La experiencia de aprender y el efecto que puede tener en las personas

Para mí es un placer “celebrar” con vosotros este inicio de etapa. Es una nueva etapa para nosotros pero especialmente espero que lo sea para vosotros. Cuando pienso en la formación contínua, pienso en mi propia experiencia.

Al terminar mi carrera me quedaron muy pocas ganas de seguir estudiando. Sí, lo sé, gran error. Pero entonces estaba ansiosa por trabajar. (Supongo que algunos de vosotros compartís este sentimiento). Así lo hice, vine a Barcelona, busqué trabajo y fui escalando profesionalmente hasta Directora Financiera. Me encantaba mi trabajo, pero no podía evitar sentir una inquietud, la sensación de un vacío, de una ausencia. Pensé en apuntarme como hobby a Historia del Arte, sólo porque sonaba muy bien… un fracaso total. Finalmente la crisis llegó, y esto me dio el empujón que necesitaba. Decidí dejar el camino que había emprendido hacía 14 años, e iniciar otro. Sin apenas pensarlo me apunté a un master, tal y como lo habéis hecho vosotros, y acabé haciendo un doctorado que he acabado hace apenas unos meses… Ni qué deciros que abrirme de nuevo al conocimiento, a aprender, fue increíble. Era como si volviese a respirar de nuevo. La mayor diferencia que encontré respecto a la carrera es que yo estaba mucho más preparada para absorber, para aprender y para disfrutar de todo el proceso. Fue increíble.

Casi al mismo tiempo empecé a dar clases y a disfrutar de vosotros y con vosotros. Al principio de asistente, y después de profesor titular. Un día, al salir de clase, cogí mi bici para regresar a casa y mientras pedaleaba di cuenta que el vacío, que la ausencia, la inquietud había desaparecido por completo. Me sentía llena. Tenía una sensación de contribución de que hacía algo que aportaba y que era relevante que nunca antes había sentido.

Es evidente que esta experiencia no se repetirá en vosotros. No intento que dejéis vuestro camino profesional y os pongáis a dar clase. Pero me gustaría que le dieseis una oportunidad al conocimiento, a aprender y el efecto que puede tener en vosotros.

Y utilizo la palabra conocimiento de forma consciente. Hoy en día vivimos en una era en la que la información está al alcance de todos, o casi todos. Pero información no es sinónimo de conocimiento, y por supuesto informarse a través de un ordenador no puede compararse a la experiencia de compartir y absorber experiencias, opiniones, críticas, dudas en un aula. Uno de los mayores activos que tenemos en la BSM es nuestro profesorado… y tenéis la obligación (no sólo el derecho) de aprovecharlo. Exprimidnos (con cuidado, eso sí que sois muchos). Pero tenemos otro gran activo, vosotros. La mejor experiencia, con diferencia, y el mejor recuerdo serán vuestros compañeros. La interacción que se crea entre vosotros que en muchos casos se extenderá a lo largo de los años.

Os invito a llenaros de conocimiento, a nutriros de los profesores y de vuestros compañeros de forma consciente y proactiva. Esta experiencia es mucho mejor si os entregáis a ella con voluntad plena.

Cuando doy clase en el grado veo como os debatís entre las hormonas, la intensa vida social y las clases. Todos hemos estado ahí. Existen demasiadas interferencias. En cabio esas interferencias en el master son mucho menores. Creo. Aprovechadlo y disfrutad de lo que esto os permite. Y no sólo porque os ayude a alcanzar una meta profesional, que también, sino porque os puede nutrir y enriquecer interiormente. Me gustaría que algún día, quizás no inmediatamente, podáis sentir esta plenitud y calma que yo experimenté aquel día al salir de clase. Estoy segura de que así será.